Las cosas han cambiado significativamente, es cierto…
Desde que un alumno puede examinarse en la Fase Específica de las PAU de hasta cuatro materias de modalidad, esto de la elección de lo que va a cursarse en 2º nos ha llenado de dudas a todos: orientadores, profesores , familias y alumnos principalmente.
En las conversaciones que he mantenido en las últimas semanas con unos y otros he percibido la inquietud de algunos alumnos por añadir una duda más a su proceso de elección y he asistido a la incertidumbre de algunos profesores que imparten materias optativas por no saber cuántos alumnos elegirán estas materias. Yo misma enseño (procuro que aprendan) Psicologìa en 2º, una materia que ha sido del interés de un elevado número de alumnos hasta ahora y cuya demanda para el próximo curso no puedo aventurarme a cuantificar ni siquiera aproximadamente.
En mi opinión, para hacer una lectura objetiva sobre lo que deben elegir los alumnos en Bachillerato, hace falta analizar los resultados obtenidos por el alumnado que accederá este curso a la nueva Selectividad. Analizar estos datos supone hacer un detenido estudio de las materias de modalidad de las que se han examinado en cada una de sus fases y de cómo estas particularidades han permitido o dificultado el acceso a las titulaciones universitarias que pretendían los alumnos. Realizar este análisis no es posible hasta que no tengamos los datos que nos lo permitan, de ahí que todo lo que hasta ese momento se comente, sospeche o sugiera sea aventurado.
A ello se debe que yo guarde la debida prudencia sobre lo que conviene o no a cada alumnos según sus intereses. Y esa es la razón de que ni en este blog ni personalmente dé información alguna sobre las «notas de corte» de este año. Alguna vez tuve los datos porque estuvieron a disposición de todos; sin embargo, he comprabado en los últimos meses que no todas las universidades los han publicado y la mayoría de las que sí lo hicieron las han retirado (si alguien encuentra dónde están las de este año que, por favor, me lo diga). Creo que la inquietud de unos y otros (alumnos, profesores y familias) es la misma que la mía: no inducir a tomas de decisiones erróneas por disponer de informaciones que nada -o muy poco- van a tener que ver con lo que sucederá este año. Como ejemplo baste decir que un alumno que tuvo un 9,27 en la convocatoria anterior, puede tener éste un 13,27 y que la nota de corte 8,69 este año puede ser 12,69. Acostumbrados a pensar en términos de 10 como nota máxima en cualquuier examen o prueba, lo de poder alcanzar un 14,00 requiere un cambio de planteamiento para el que necesitamos datos objetivos. Y para ello hay que aguardar a ver qué sucede con las PAU de este año y con las notas de corte requeridas.
Es verdad, sin embargo, que los alumnos que inician o concluyen estudios de bachillerato el próximo curso deben elegir antes de conocer estos resultados, y es lógico que demanden una respuesta que les facilite el asunto de la elección, de ahí que yo exprese aquí mi opinión llamando la atención, eso sí, de que ésta no debe ser tomada como vinculante en ningún caso.
Acceder a titulaciones que tradicionalmente han requerido notas de corte elevadas, requerirán este año y los siguientes notas igualmente elevadas. Esto es indudable. Para acceder a ellos -de esto sí estoy segura- no bastará con obtener una nota altísima en la fase general (ni siquiera un 10). Los alumnos interesados en estas carreras deberán obtener muy buenas calificaciones en la fase específica para que, sumada a la anterior, dé un resultado que supere el 10.
Las implicaciones que esto tiene las analizo en otra entrada para no alargar ésta.