- Decir lo que pienso.
- Hacer lo que quiero.
- Insistir cuando me enfrento a una dificultad.
- No tener vergüenza de renunciar.
- No dejarme llevar por la publicidad o las modas, que quieren hacerme creer que no estoy en la onda si no llevo una determinada marca o pienso de cierta manera.
- Reír de buena gana si se burlan de mí amablemente.
- Saber que puedo sobrevivir a mis fracasos.
- Atreverme a decir «no» o «stop».
- Atraverme a decir «no lo sé».
- Seguir mi camino aunque esté solo.
- Concederme el derecho a ser feliz.
- Sentirme digno de ser amado.
- Soportar dejar de ser amado, aunque esto me haga infeliz de momento.
- Sentirme tranquilo conmigo mismo.
- Decir “tengo miedo” o “soy infeliz” sin sentirme avergonzado.
- Amar a los otros sin vigilarlos o ahogarlos.
- Hacer lo que pueda para lograr mis deseos, pero sin someterme a presión.
- Concederme el derecho de decepcionar o fracasar.
- Pedir ayuda sin sentirme inferior por ello.
- No avergonzarme ni hacerme daño cuando no estoy contento conmigo mismo.
- No sentirme envidioso del éxito o la felicidad de los demás.
- Saber que puedo sobrevivir a mis desgracias.
- Concederme el derecho a cambiar de opinión tras reflexionar.
- Demostrar sentido del humor respecto a mí mismo.
- Decir lo que tengo que decir aunque tenga miedo.
- Extraer lecciones de mis errores.
- Ponerme el bañador aunque mi cuerpo no sea perfecto.
- Sentirme en paz con las heridas del pasado.
- No tener miedo al futuro.
- Descubrir que soy una buena persona, con sus virtudes y sus defectos.
- Sentir que progreso y extraigo lecciones de la vida.
- Aceptarme tal como soy hoy, sin renunciar a cambiar mañana.
- Y, por último, pensar en otras cosas aparte de en mí mismo.